1.17.2012

Una vida de jet set que no para

Usa so voz no sólo para cantar, sino para ayudar.

La vida de fama de Shakira venía viento en popa hacia finales de los ’90. Pero todo se precipitó cuando en el comienzo de la nueva década se conoció su relación con Antonio De la Rúa, hijo del actual presidente de la Argentina. Eso mantuvo en alerta a toda la familia y entorno de la cantante ya que comenzaba a cimentar su imagen musical y el noviazgo se bañaba de una polémica inusitada.
Fueron 11 años de noviazgo que mantuvo la artista con el hijo de ex presidente, quien se involucró en la carrera de la cantante. “Nuestra amistad (con Antonio de la Rúa) es sólida como una roca. Siempre va a ser así y siempre voy a ir de su mano, pero como compañera de trabajo y como amiga”. Y agregó: “Antonio es el ser en el que más confío en este mundo. Junto a él pude llegar a donde estoy hoy”.
La colombiana, tras la ruptura sentimental (no comercial y de producción artística) es novia ahora de Gerard Piqué, jugador del Barcelona de España, donde es líder 
Lionel Messi. “Es un momento vibrante y luminoso. Vivo una renovación emocional muy grande. Estoy en equilibrio, con ganas de disfrutar, de reír y de amar cada día más”, contó respecto del futbolista.

Alas para todos. Shakira es motor de la Fundación “Pies Descalzos” por los niños colombianos, pero ha tenido un fuerte activismo solidario. Es embajadora de la buena voluntad de Unicef y tuvo una colaboración de 40 millones de dólares por los desastres naturales de Nicaragua y Perú hace pocos años. Ha estado involucrada con proyectos educativos y medioambiente. La Fundación Alas es otra de las que preside la cantante con sede en Panamá, desde 2006. Es “América Latina en Acción Solidaria”, que trabaja para que niños de hasta seis años alcancen todo su potencial.
Eso equipara todo su glamour, pero es una necesidad personal evidente la de la colombiana que ha dado muchísimas muestras de ayuda a lo largo de toda su vida.

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